Hace poco hice un viaje a Tailandia y di positivo en la prueba de Covid-19 al llegar al aeropuerto de Phuket.

Según los protocolos locales, estuve en cuarentena durante 10 días, 7 de los cuales no pude salir de la habitación del hotel donde me alojaba y los 3 días restantes pude salir de la habitación pero no pude salir del complejo.

El Hospital de Bangkok (sucursal de Phuket) me controló de forma impecable, con un seguimiento clínico diario, algo que nunca he visto en Portugal. Hasta ahora no hay nada de qué quejarse.

El único inconveniente es que siempre estuve asintomático, sin dolores de cabeza o de garganta, fiebre, dolores corporales o cualquier otro tipo de molestia y tuve que estar confinado entre cuatro paredes durante 10 días, sin poder siquiera caminar por una playa desierta a 20 metros de mi habitación de hotel.

No tengo ninguna duda de que estaba asintomática porque había recibido la vacuna completa y el refuerzo.

La pregunta que hago es la siguiente: ¿Tiene sentido realizar pruebas a personas vacunadas que no presentan síntomas de enfermedad en el contexto de los viajes turísticos?

Esta cuestión parece estar superada en Europa, pero desgraciadamente no se ha aplicado en otras partes del mundo.

Lo que me ocurrió a mí debe ocurrirle todos los días a miles de turistas en diversas partes del mundo. La vacunación hace que la enfermedad sea asintomática, pero no impide que el virus siga propagándose.

Lo que creo que hay que asumir de una vez por todas es que tendremos que convivir con este virus durante muchos años y no tiene sentido aislar a los infectados porque destruimos el turismo y no solucionamos el problema de la pandemia.

Por lo que a mí respecta, a partir de ahora sólo intentaré viajar a países que no exijan pruebas. No tiene sentido correr el riesgo de ser confinado sin siquiera tener síntomas.

Maria do Rosário Louro